Comienza el curso escolar con nuevas ilusiones y la mochila se cargará de libros nuevos, lápices y algún que otro juguete. Lo que nunca debe faltar es una botella de Agua Mineral.

Una hidratación adecuada y constante en los niños y jóvenes en edad escolar es básica para alcanzar buenos resultados en las clases. En un adulto el 60% del peso corporal es agua. En los niños y adolescentes, este porcentaje puede alcanzar incluso hasta un 75%. El agua, además, es el nutriente esencial para su crecimiento y desarrollo. Los niños deshidratados pueden presentar síntomas como fatiga, dolor de cabeza, mareos, o incluso tener mayor dificultad para prestar atención. Por ello es aconsejable que los chicos y chicas se hidraten “adecuando la ingesta de agua a su peso, edad y gasto por actividad física”. Como en septiembre sigue haciendo calor, también recomienda mantener en este mes las pautas indicadas para el verano. La deshidratación puede mermar la capacidad cognitiva y la atención un 15 por ciento.

¿Todos los niños tienen que beber la misma cantidad de agua?

Los niños de 4-8 años, para ambos sexos, necesitan entre 1,3 y 1,7 litros de agua total al día. Los que tienen edades comprendidas entre los 9 y los 13 años deben tomar entre 2,2 y 2,4 litros de agua total/día. “Esto es una generalización, pues se debe valorar también el agua requerida por actividad física y la temperatura ambiental. De forma que, si hace frío, un niño de 8 años necesita una ingesta de 1,7 l de agua total/día; si el clima es templado, el mismo niño necesita 2 litros, mientras que si hace calor serán 2,2 l de agua”.

La importancia de ser un ejemplo

Muchos de los hábitos y conductas que adquieren los niños son aprendidos por imitación de las personas adultas de su entorno más cercano, por ello, la especialista en Dietética Clínica es partidaria de enseñar a los niños hábitos de hidratación, “y que sea en un ambiente sin estridencias”. “Debemos marcar una pauta de cuándo se bebe, aunque no se tenga sed: es decir, al principio y al final de la clase, y luego guardar las botellas para evitar distracciones. No es necesario terminarse el botellín cada vez, dos sorbos por hora, en un ambiente que respete la pauta general de líquidos, es suficiente” Los niños, al igual que las personas mayores, apenas detectan su propia deshidratación, por eso es tan importante inculcarles el hábito de beber. Lo que aprendan de niños, lo repetirán de adultos, al igual que ocurre con la higiene y otras pautas saludables. “Quien se acostumbra a beber desde pequeño, de mayor tienen integrados estos hábitos en su día a día”. En este sentido los expertos del Instituto de Investigación Agua y Salud nos muestran las principales pautas para que los niños y adolescentes adquieran unos hábitos de hidratación saludable que les acompañe a lo largo de su vida: – Beber antes de sentir la sed. – Beber a intervalos regulares, despacio y a pequeños sorbos (unos 330 ml, cada 2 horas aproximadamente). Leer artículo completo en bebeaguamineral.com

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